EL PRIMER NEGOCIO DEL PAU.

La farmacia Rosario Pérez, que ayer abrió sus puertas en la macrourbanización de Navia, vendió preservativos, antibióticos y jarabes a una docena de jóvenes clientes.
En el nuevo polígono residencial de Navia ya ha cerca de mil personas viviendo. Todavía carecen de una supermercado en el que comprar el pan, un cajero en el que sacar dinero o una cafetería en la que desayunar. Pero, desde ayer, las jóvenes parejas que se han instalado en la zona pueden al menos recurrir a una farmacia en caso de apuro. Está en el número 18 de la calle de Teixugueiras y se ha convertido en el primer negocio de un macrobarrio que pronto tendrá 20.000 habitantes.
La farmacia lleva por nombre el de su propietaria. Rosario Pérez atesora ni más ni menos que cuarenta años en la profesión, como bien sabrán los vecinos de Montero Ríos que la trataron hasta hace poco, cuando decidió trasladarse. Ahora la acompañan sus dos hijas, Cristina y Carmen, también farmacéuticas y que ayer decían sentirse emocionadas. «Nos ha quedado preciosa, con un color verde manzana y con mucha luz», explicaba Cristina. La parroquia de Navia suspiraba por una botica y ya la tiene. Lo que ocurre es que no está en el núcleo tradicional sino en el polígono que, lo quieran o no los vecinos, pronto se convertirá en su referencia. Pocos sabían que ayer abriría por fin sus puertas.
Transformación
Por ella apenas pasaron una docena de clientes a lo largo de día. Eso sí­, fueron una buena muestra representantiva: estamos ante un barrio eminentemente joven, porque los antibióticos para niños y los preservativos fueron de los primeros productos que se vendieron, junto a jarabes para la tos y el gelocatil.
Frente a la farmacia se preparan ya para abrir una tienda de Froiz y una sucursal de Caixa Galicia. Más abajo, en los edificios de la cooperativa Veciños de Vigo, pronto estará lista la oficina Caixanova, habrá una agencia de viajes, una panadería y un despacho de abogados.
Y es que primero se abrió paso el negocio inmobiliario, con la construcción de las primeras 3.000 viviendas (acabadas o en tramitación) de un total de 4.345. Ahora, mientras la Xunta trata de arreglar los fallos de la urbanización, le toca el turno a la superficie comercial, que rondará la nada despreciable cifra de 122.000 metros cuadrados (equivalente, por ejemplo, a dos centros como el que tiene El Corte Inglés en la Gran Vía).
Son cifras que hablan por sí­ solas de lo que se avecina. De hecho, ya está previsto que a la farmacia Rosario Pérez le aparezca competencia muy pronto. Es un nuevo Vigo que va tomando forma.
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