EL SIGUIENTE LOCAL SERA PARA LOS NIÑOS.

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Creado en Jueves, 05 Enero 2006 13:51

Los vecinos del PAU de Navia celebran la apertura de los primeros locales comerciales y reclaman más servicios.
otro de los negocios que pronto desembarcará estará dedicado a la celebración de fiestas infantiles. Se espera que los niños del barrio puedan disfrutar de los cumpleaños de bolas a partir de marzo. El movimiento de los obreros y las grúas levantando edificios continúan siendo incesantes en el polígono de Navia. Pero el ritmo entre bastidores de este nuevo Vigo que emerge al oeste de la ciudad también lo ponen los empresarios interesados en atender la demanda de servicios que reclaman las ochocientas familias que ya han establecido allí su residencia. Son los primeros pasos del nacimiento de una zona residencial para 20.000 habitantes.
El pasado 29 de diciembre abría sus puertas, en el número 18 de la calle As Teixugueiras -única denominación hasta el momento para los viales con edificios habitados-, la primera farmacia del nuevo polígono residencial. Rosario Pérez Rodríguez dejó atrás cuarenta años como farmacéutica en la calle Montero Ríos para continuar con el negocio en Navia. Sus hijas Carmen y Cristina Santa María, también farmacéuticas, mostraban ayer su alegría por el traslado: "Estamos super contentas porque es un barrio de gente joven con muchos niños". Los primeros clientes les han mostrado su gratitud por la apertura de este servicio de botica.
Una agencia de viajes, sin embargo, fue el primer negocio que se abrió en este polígono, en el último trimestre del pasado año. Las oficinas de Viaxes Pasatempos se encontraban ayer cerradas, por vacaciones. "Ahora necesitamos una panadería", comentaba ayer una pareja que se instaló en Navia el pasado agosto. Para comprar el pan, Ana Fernández y Alberto Hernández tienen que caminar alrededor de un kilómetro.
Compras en Coia.
Para Felipe Henrí­quez, jugador del Vigo Valeri Karpin, los servicios más urgentes en el barrio en estos momentos son un supermercado y una cafetería. El joven voleibolista dominicano está obligado, como el resto de vecinos, a acudir a Coia para hacer las compras.
"Si por ejemplo se te olvida una cebolla, tienes que bajar y volver a arrancar el coche", advierte Ana Fernández. Aunque en la acera de enfrente hay cartelones anunciando la "próxima apertura" de un supermercado de la cadena Froiz, en los bajos de un edificio a medio hacer, las aperturas más inminentes parecen señalar a dos entidades bancarias: Caixanova y Caixa Galicia ya tienen a punto sus oficinas de Navia. "Los bancos sería lo último que nos haría falta", exclama Alberto Hernández con socarronería.
A diestra y siniestra se intercalan anuncios de alquiler de bajos y entreplantas comerciales. Desde una de las agencias inmobiliarias consultadas ayer apuntaban que el barrio se ha convertido en un gran centro de interés empresarial, y que en sus oficinas reciben entre cinco y diez llamadas diarias interesándose por los precios de los locales para montar alguno de los servicios que demanda este nuevo Vigo que surge en el oeste.
Por un precio mensual de 15 euros el metro cuadrado ya se puede arrendar un local comercial en Navia. Otra entidad bancaria, BBVA, está interesada en abrir allí unas oficinas, y han sido varias las personas que se mostrado predisposición a abrir cafeterías, confiterías y otros negocios en un barrio desde el que no se divisan señas de identidad tan propias de la ciudad como el mar, los miradores de O Castro y de A Guía o el pirulí­ del Xeral-Cí­es. La proximidad del segundo cinturón de circunvalación, con sus tramos elevados, le confieren a Navia el carácter impersonal de un polígono residencial de cualquier ciudad. Los primeros moradores tuvieron que exigir al Ayuntamiento que pusiese el nombre de una calle al barrio para que les contratar los servicios de agua, electricidad y teléfono. Por este motivo, y mientras no se decidan más denominaciones a los distintos viales, la nueva Navia consta oficialmente como Rúa As Teixugueiras.
A partir de ahí han aparecido más vecinos y, con ellos, los primeros servicios que irán dando respuesta a las demandas de los 20.000 habitantes que se espera que en unos años residan en un barrio que estos días celebra la apertura de una farmacia.