La red subterránea de Navia está aún peor de lo que se preveía. Las obras de reparación del saneamiento y el alcantarillado, que paga la Consellería de Vivenda y a las que ha destinado por ahora 2,5 millones, han revelado nuevas deficiencias en los servicios del polígono residencial. A los daños en el 70% de las conducciones de aguas se une ahora la constatación de que los transformadores de la red eléctrica no cuentan con las conexiones necesarias a las parcelas, lo que obliga a hacer nuevas obras. Vivenda las afrontará, pero cuando finalice el proceso reclamará indemnizaciones y sancionará a los responsables, según explicó el delegado de la consellería, Eudosio Álvarez, que ayer giró visita a las obras. "Es una calamidad y un cachondeo", criticó Álvarez. En uno de los puntos donde se han generado mayores problemas el alcantarillado se encuentra situado a nueve metros de profundidad, lo que ha obligado a excavar una gran zanja que tiene una anchura de ocho metros. "Responsabilidades" Los técnicos levantan acta notarial y realizan fotografías a medida que avanzan los trabajos. La consellería ya ha constatado deficiencias tanto en la ejecución de las obras como en la redacción de los proyectos de ingeniería, con lo que reclamará el pago de cantidades a las empresas responsables, "ya sea por la vía administrativa, o por la judicial", advirtió el delegado. También se exigirá indemnizaciones a las constructoras que no adoptaron las medidas necesarias para evitar la obstrucción de la red. El departamento prevé que los problemas más graves se resuelvan en tres meses. Después habrá que reponer las aceras, con lo que la reparación se acabará en el segundo trimestre de 2007.
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