"Con la ley de carreteras en la mano, los edificios que presiden el arranque del segundo cinturón en Navia no podrían haberse construido. Los moradores de las viviendas que en estos días empiezan a desprenderse de las lonas y andamios tendrán su portal a unos escasos 25 metros de la circunvalación. Y es que la Xunta corrió más que el proyecto viario que se pensó en época de Manoel Soto, se firmó en la de Carlos Príncipe, contó en 1995 con su primer estudio informativo, y se negoció financieramente durante la etapa de Manuel Pérez. Con cuatro años de retraso, tres de obras y 102 millones de euros de inversión y el paso de seis alcaldes, el cinturón arrancará en medio de un suelo urbano consolidado por las primeras edificaciones de Navia, cuya cercanía al vial preocupa y mucho a la demarcación de Carreteras. El tiempo todavía puede dar lugar a negociaciones como ocurrió con el primer cinturón. Su carácter real de vial urbano, su ubicación a través de áreas consolidadas y al no ser de verdad una circunvalación dejaron la línea de edificación en 15 metros. Pero en esta ocasión la solución parece más difícil. "
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